Los televisores, al igual que otros artículos electrónicos, atraen el polvo y pueden verse afectados por manchas, como las huellas dactilares de los niños, aunque esté colgada del mejor soporte TV de mesa, nada cambia. Por suerte, la limpieza de una TV es un proceso sencillo que no requiere ningún tipo de químicos especiales costosos.
Aunque el mercado actual de los televisores está dominado por TVs LCD (LED) de pantalla grande y los OLED, muchos de nosotros todavía tenemos televisores más antiguos, incluyendo los de plasma, que se dejaron de fabricar en 2014, e incluso los CRTV, también llamados televisores de tubo, que empezaron a desaparecer alrededor de 2008.
¿Cómo limpiar el cristal de la televisión?
Televisor de tubo
Si estás limpiando una tele de tubo más antigua (las grandes y súper pesadas), tienes un poco más de flexibilidad porque su pantalla está hecha de vidrio y se puede limpiar como otros artículos de vidrio en tu hogar. En esta -y sólo en esta- circunstancia, está bien usar un limpiador de ventanas tipo Cristasol.
Televisor de pantalla plana
Los televisores LCD son mucho más sensibles y deben limpiarse con cuidado para evitar que las pantallas se rayen o se dañen. (Los televisores de plasma también tienen pantallas de vidrio, pero los fabricantes a menudo aplican una capa sensible antideslumbrante, por lo que deben tratarse como un televisor LCD en lugar de un televisor CRTV).
Limpiar pantalla OLED
Tanto para los televisores OLED como para los televisores LCD, el consejo es el mismo, y es sencillo: Limpia con un paño suave, seco y sin apretar para no rayar la pantalla.
En caso de que la pantalla tenga restos grasos.
- Empapa un paño con un limpiador sin jabón diluido (en menos del 1%) con agua.
- Limpia ejerciendo suave presión
- Seca si es necesario con un paño seco
Recomendaciones generales
En todos los casos, antes de ponerte a limpiar te recomendamos que apagues el televisor e incluso que lo desenchufes de la red y de la antena, a no ser que veas la tv sin antena. Además de ser más seguro para el televisor, generalmente es más fácil ver la suciedad o las manchas de los dedos cuando la pantalla está oscura». También le da al televisor la oportunidad de enfriarse.
Si tienes dudas sobre el tipo de televisor que tienes, siempre puedes consultar el manual de instrucciones. La mayoría de los manuales y los sitios web de los fabricantes tienen instrucciones sobre la mejor manera de limpiar sus aparatos. Hacer algo que el manual de instrucciones prohíbe es una excelente manera de anular la garantía.
Cómo limpiar pantallas planas de televisión: consejos
Empieza con un paño suave y seco
Las pantallas de la tele pueden rayarse con facilidad, y no podemos utilizar cualquier tipo de trapo: lo pañuelos de papel contienen fibras que pueden causar daños y los trapos de algodón de toda la vida arrastran las partículas de polvo o de suciedad pudiendo causar daños.
Entonces, la mejor opción es utilizar un paño de microfibras suave y antiestático -del tipo que se usa para limpiar los cristales de las gafas y los objetivos de las cámaras fotográficas- y limpiarlo con un movimiento circular.
Si hay manchas difíciles de quitar, puedes humedecer ligeramente el paño con agua destilada y limpiar suavemente la pantalla. No rocíes agua directamente sobre la pantalla, ya que podría causar un corto o el fallo de un componente si gotea o se filtra en el funcionamiento interno del aparato.
Para las manchas más difíciles, se puede intentar utilizar una solución de jabón muy suave para vajilla muy diluida con agua, aplicada de nuevo al paño y no al propio televisor. (Como guía para la cantidad de jabón a utilizar, Panasonic solía recomendar una proporción de 100:1 de agua a jabón). Las pantallas LCD, en particular, son muy sensibles a la presión y pueden rayarse fácilmente, así que no presiones demasiado.
Si utilizas un paño húmedo, repasa la pantalla una vez más con uno seco (como más cuidado si cabe) para eliminar cualquier remolino o rayas.
No olvides la carcasa
Una vez puestos a limpiar, te recomendamos que limpies la carcasa del televisor y te asegures de que el polvo no esté obstruyendo las rejillas de ventilación que ayudan a disipar el calor.
La mejor manera es, sin duda, con un aspirador. De este modo, evitamos introducir el polvo dentro de los orificios de ventilación.
Fija la tele para que no se caiga
Si el televisor está sobre un soporte y no está atado a la pared, limpia con una mano mientras sostienes el televisor con la otra para evitar que el aparato se vuelque. Sin embargo, siempre recomendamos anclar todos los televisores montados en un soporte de tele.
Evita los productos químicos dañinos
El alcohol y el amoníaco, que se encuentran en los limpiadores de ventanas tradicionales, pueden causar estragos en tu flamante televisor de pantalla plana, así que no use los limpiadores que los tienen.
Si decides usar un «limpiador de pantallas» envasado, que en realidad no necesitas, elige uno que no contenga alcohol, amoníaco o acetona. Además, no uses ningún limpiador que contenga un abrasivo que pueda rayar la pantalla.
Evita los kit de limpieza
Algunas tiendas cobran entre 15 y 20 € por un kit que incluye sólo un paño de microfibra y una pequeña botella de solución de limpieza, una solución que probablemente sea mayormente agua. No vale la pena. En su lugar, compra el paño en una tienda de suministros de oficina e incluso en supermercados o grandes almacenes y utiliza agua destilada, o una solución como aconsejábamos antes. Y de nuevo, si optas por un kit, asegúrate de que no contenga químicos dañinos.
Limpiar el mando a distancia
Los mandos a distancia de la TV no sólo pueden llenarse de polvo, sino que también albergan un buen número de gérmenes. (Piensa en cuántos dedos han presionado los botones de ese mando y si todos ellos han estado muy limpios. Ni siquiera entraremos en el tema de la tos y los estornudos).
Para asegurarnos de que no tendremos ningún problema, probablemente sea mejor quitar las pilas del mando a distancia antes de empezar a limpiar.
Empieza dándole la vuelta al mando para que los botones queden hacia abajo y toca el mando contra la palma de la mano para quitar cualquier residuo que pueda haber caído entre las teclas o los botones. A continuación, limpia todo el mando a distancia con un paño suave que haya sido rociado con un poco de alcohol diluido en agua. Una vez más, el paño debe estar húmedo, no mojado.
Para limpiar dentro y alrededor de los botones, puedes usar un bastoncillo de algodón humedecido con la mezcla de alcohol y agua. Los restos más resistentes alojados en la parte más profunda de las teclas pueden ser desalojados con un cepillo de dientes seco o un palillo de madera.
Por último, vuelve a limpiar todo el mando con un paño seco y suave y vuelve a colocar las pilas. ¡Ya tienes un mando nuevo!